El tiempo

El tiempo indica el momento en que se realiza la acción del verbo, este puede ser en una época pasada , ahora o en una época después de ahora.

La voz

En estas dos oraciones: 1) Cervantes escribió el quijote. 2) El Quijote fue escrito por Cervantes . El sentido es el mismo, pero se diferencian gramaticalmente en que:

El aspecto verbal

Los verbos de nuestro idioma presentan dos aspectos:

Accidentes gramaticales del verbo

Los accidentes gramaticales son los cambios que sufre el verbo para expresar el tiempo( presente, pasado, futuro), la persona (primera, segunda, tercera), el número (singular, plural), el modo (indicativo, subjuntivo, imperativo).

Modo indicativo

Modo indicativo Presente: Expresa una acción actual no terminada, es, por tanto, de aspecto imperfecto

jueves, 21 de noviembre de 2013

Los indefinidos

Se anteponen a un nombre para señalar que se desconoce su cantidad exacta o su naturaleza.

Vinieron muchas mujeres.
Leeré cualquier libro.

Sus formas más importantes son:

Un (-a, -os, -as)
Otro (-a, -os, -as)
Varios (-as)
Poco (-as, -os, -as)
Igual (-es)
Abundante (-s)
Mucho (-a, -os, -as)
Diferente (-s)
Cierto (-a, -os, -as)
Bastante (-s)
Mismo (-a, -os, -as)
Idéntico (-a, -os, -as)
Demasiado (-a, -os, -as)
Distinto (-a, -os, -as)
Cualquier (-a)
Cualesquier (-a)
Algún (-a, -os, -as)
Perecido (-a, -os, -as)
Semejante ( -s)
Todo (-a, -os, -as)
Tanto ( -a, -os, -as)


Son también indefinidos:

1)      los morfemas más y menos cuando preceden a un nombre: dame más dinero. Cada día tenemos menos esperanzas.
2)      El morfema demás, que se emplea generalmente en el plural: los demás asistentes salieron.   A veces puede acompañar a un nombre singular colectivo: Saludos a Juan y demás familia.

3)      El morfema distributivo cada: cada oveja con su pareja; Ofrecieron un refresco a cada estudiante.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Los posesivos


 Son los determinantes que se anteponen a un nombre para indicar que el objeto pertenece al hablante, al oyente o a alguien o a algo que no es ni el hablante ni el oyente.

El objeto o los objetos pueden pertenecer a una persona o a varias. Por ello debemos distinguir entre:

Posesivos de un solo poseedor.
Posesivos de varios poseedores.

Mío, mía, mías, míos, mi, mis indican que el objeto pertenece al hablante:

Mi ventana esta cerrada.
La ventana mía esta cerrada.
Han regresado mis padres.
El coche mío esta descompuesto.
¿Encontraste mis gafas?

Nuestro, nuestra, nuestros, nuestras indican que el objeto pertenece al hablante y a otras personas:

Nuestra fiesta fue un éxito.
Nuestro hijo salió de vacaciones.
Nuestros hermanos llegaron temprano.
Hemos pintado nuestras casas.

Tú, tus, tuyo, tuya, tuyos, tuyas, su, sus, suyo, suya, suyos, suyas indican que el objeto pertenece al oyente. Las formas su y sus combinaciones corresponden, por supuesto, al oyente que recibe el tratamiento de usted.

Tú madre me invitó a cenar.
Su hijo se comportó mal en clase.
Tus flores son muy hermosas.
Sus libros cuentan con mucho público.

Vuestro, vuestra, vuestros, vuestras y su, sus, suyos, suyas indican que el objeto pertenece al oyente y a otras personas.

Quiero estudiar bien vuestras obras.

Acepto vuestra proposición.
Estoy de acuerdo con su informe (o el informe de usted)
No mantengo sus puntos de vista (los de ustedes).

Su, sus, suya, suyos indican que el objeto no pertenece ni al hablante ni el oyente.

Salió con su tía.
Sus hermanos vinieron ayer.



CONSTRUCCIÓN

Hemos visto que algunos posesivos tiene dos formas,  mi, mío, etc. Las formas monosilábicas reciben el nombre de posesivos átonos por que se pronuncian sin acentuación, y se colocan siempre delante de los nombres que acompañan: mis libros, tu casa.

Las formas bisílábicas (mío, tuyo, suyo, etc.) reciben el nombre de posesivos tónicos por que se pronuncian con acento, y van siempre detrás de los nombres que determinan.

Los zapatos míos.

Un hermano suyo.




Formas tónicas
Formas átonas

1ª persona
Un poseedor
Mío, mía, míos, mías,
Mi, mis
Varios poseedores
Nuestra, nuestro, nuestras, nuestros.

2ª persona
Un poseedor
Tuyo, tuyo, tuyos, tuyas.
Tu, tus.
Varios poseedores
Vuestro, vuestra, vuestros, vuestras.

3ª persona
Uno o varios poseedores
Suyo, suya, suyos, suyas.
Su, sus.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Los demostrativos.

Los determinantes demostrativos se anteponen al nombre para señalar el sitioque un objeto ocupa en relación al hablante.

Este, esta, estas, indican proximidad al hablante.

Aquel, aquella, aquellos, aquellas indican lejanía del hablante.

Ese, esa, esos, esas indican distancia media del hablante.

Este sillón (que esta junto a mí)
Ese sillón (ni cerca ni lejos de mí)
Aquel sillón (que está lejos de mí)

Los demostrativos también pueden hacer referencia a algo que acabamos de nombrar, a un tiempo o a algo que recordamos.

Leí Facundo de Sarmiento. Esta obra es muy importante.

Ha tronado mucho estos días.
Aquellos tiempos eran diferentes.

Al igual que los otros determinantes, los demostrativos concuerdan en género y número con los nombres que determinan.

Este sillón                  esos bancos
Aquella silla              aquel jarrón.



martes, 5 de noviembre de 2013

El artículo

Es un determinante que se antepone a un nombre conocido ya por el oyente.
Esa característica lo distingue de los demás determinantes, porque no lo podemos usar en cualquier situación, sino sólo cuando el objeto esta previamente determinado, es decir, cuando el hablante y el oyente saben perfectamente de que objeto se trata.

El artículo es, pues, un morfema que se antepone a un nombre ya determinado en la mente del hablante y del oyente.
Esta determinación anterior la realizan los otros determinantes.

Compré unos zapatos y unos calcetines. Los zapatos son negros. Los calcetines son marrones.

En este ejemplo, los oyentes ya saben de los zapatos y los calcetines porque acabamos de referirnos a ellos.

Otras veces el contexto o situación pueden actualizar sin necesidad de determinantes previos.

Te  veré en el bar.

Indudablemente se trata de un bar conocido.

Las catedrales españolas son maravillosas.

Se da por sabido que en España hay muchas catedrales.

Las formas del artículo son: El para el masculino; la para el femenino; los para el masculino plural; las para el femenino plural.

Algunos gramaticos tradicionales llaman a los artículos el,  la, los, las, artículos determinados e incluyen una segunda clase de artículos, los indeterminados o indefinidos, compuesta de un, una, unos, unas. Estas últimas cuatro formas no son consideradas artículos por la gramática moderna: Un, Una son determinantes numerales y los dos últimos ( unos y unas) determinantes indefinidos.

También la gramática tradicional incluía entre las formas del artículo la forma lo, artículo neutro, que tiene dos construcciones principales:

1.- Lo + adjetivo

Lo bueno, lo bello, lo fácil

Lo cortes no quita lo valiente.

2.- Reproduce una oración.
¿sabes que ha subido el precio del pan?
Si, ya lo sé (lo –que ha subido el precio del pan).

El artículo y el nombre concuerdan en género y número: el viento, la casa, los campos, las eras.

Sólo cuando el nombre es femenino singular y empieza por á- tónica, se le antepone el para evitar la cacofonía.

Cuando el artículo va seguido de varios nombres debe ir en plural y las reglas de los distintos casos que se pueden presentar son las mismas que hemos visto al estudiar el adjetivo.

Ejemplos:

Los sillones y cuadros son muy caros.
Las tazas y bandejas están en la cocina.
Los campos y playas están húmedos.

LAS FORMAS CONTRACTAS DE PREPOSICIÓN Y ARTÍCULO

Cuando en los sintagmas preposicionales se produce el encuentro de las preposiciones a y de con la forma del artículo el se contraen en un solo signo:

A + el = al             Voy al cine
De + el = del          Vengo del restaurante.

La ausencia del artículo

Como ocurre en los casos de los otros determinantes, a veces el artículo falta en la estructura superficial. Esto sucede cuando el nombre es propio, aunque existen muchos nombres propios geográficos que llevan siempre el artículo:

La Coruña, Los Pirineos, Los Andes, La Argentina, El Uruguay, El Escorial.

Otras veces el artículo aparece en algunas construcciones con nombres propios :

El buen Alberto se fue a la hermosa Maracaibo.

El caso más frecuente ocurre cuando un nombre propio se hace común, como cuando llamamos un Rembrandt a un cuadro pintado por este autor.

Regalo un Rembrandt al museo.
Vendio el Goya que tenía.




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